Las enfermedades respiratorias tienen una importante relación, a menudo, desconocida, con nuestra salud oral.
Una mala salud bucodental tiene un impacto negativo en el sistema respiratorio, haciéndolo más propenso a las enfermedades. Del mismo modo, las enfermedades respiratorias y los fármacos que se emplean para tratarlas pueden terminar produciendo problemas de salud bucodental.
El padecimiento de numerosas enfermedades respiratorias suele tratarse abordando únicamente sus implicaciones de carácter respiratorio, no obstante, prestar atención a nuestra boca puede resultar de gran ayuda.
¿Cómo influye la salud oral en las enfermedades respiratorias?
La boca es un factor clave en la prevención de enfermedades respiratorias. Enfermedades como la neumonía, la bronquitis y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son las más comunes y tienen una relación con la salud bucodental.
Para entender esta relación, debemos hacer referencia al biofilm dental.
El biofilm dental es una película formada por microorganismos y proteínas salivales que se acumulan en la cavidad oral, adhiriéndose al esmalte. Este biofilm puede terminar calcificándose y convirtiéndose en placa bacteriana, dando lugar así a diferentes enfermedades bucales.
El problema está cuando dicho biofilm puede desplazarse a los pulmones, provocando de este modo la aparición de enfermedades respiratorias. Además, la presencia de infecciones bucales, como la gingivitis y la periodontitis, se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias.
¿Cómo influyen las enfermedades respiratorias en la salud oral?
Del mismo modo que una salud oral deficiente repercute en nuestra salud respiratoria, los pacientes que sufren enfermedades respiratorias pueden ver empeorado su estado de salud oral.
El asma, por ejemplo, requiere del uso de inhaladores, que generalmente causan sequedad y pueden facilitar infecciones bucales por hongos. El mal sabor de boca también puede ser una consecuencia de estos productos.
Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) suelen respirar a través de la boca en lugar de por la nariz. Este es un factor que termina provocando sequedad bucal.
Además, también puede dar lugar a problemas en el proceso de crecimiento del rostro y los dientes, causando problemas de mordida o deglución.
Además, otras enfermedades como la bronquitis, el enfisema, la tuberculosis, y la sinusitis pueden afectar la salud bucal de diferentes modos.
Prevención
Con el objeto de evitar que los efectos de nuestra salud respiratoria afecten a nuestra salud oral y viceversa, es importante que adoptemos ciertas recomendaciones:
Extremar la higiene bucal: Una higiene oral completa pasa por el cepillado 3 veces al día, el uso de colutorio e hilo dental y el cepillado de la lengua. En personas que usan inhalador, debe extremarse dicho cuidado, cepillando los dientes tras su uso.
Reducir el consumo de azúcar: A la vez que se disminuye la frecuencia con la que los alimentos dulces se incluyen en la dieta, se propone aumentar el de otros como leche, verduras y frutas que son beneficiosos para el fortalecimiento de los dientes.
Eliminar el tabaco: no solamente puede agravar el sufrimiento de enfermedades respiratorias, sino que además también perjudica gravemente la salud oral.
Revisar la medicación ya que ciertos medicamentos para el tratamiento de enfermedades respiratorias pueden afectar a la salud oral, provocando sequedad o infecciones.